"...en Alemania y en Austria lo están haciendo; los botan a todos...incluso en Francia... en cambio aquí hasta les montamos Mezquitas. ¿Por qué no se hacen más bien Iglesias cristianas? No, no, aquí..."
-y al caminar, perdí de oído al hombre de la mandíbula pequeña y la cabeza grande que está diariamente en la esquina del tren, al salir del metro. Cabello blanco, bolsa rellena con edredones y ropa, casi se podría decir que está limpio y peinado. Ya la semana pasada me había llamado la atención el verlo acompañado por lo que supuse era una trabajadora social de reinserción a los sin techo. Cuando oí sus palabras hoy pensé que las estaría diciendo cualquier otro; ya ves, yo también tengo prejuicios sobre quiénes son o no los racistas. Lo triste, es que cada día son más-
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