sábado, diciembre 05, 2009

quando audace e irresponsabile posso


Questo tempo sabbatico
prima di una partenza, questo tempo
rubato al tempo, questo tempo non mio
né di altri, il tempo della valigia
e del ritardo, questo lusso sospeso,
questo margine ricco,
quando audace e irresponsabile posso
quello che neanche gli anni mi concedono,
dove accorrono i pensieri piú negletti
e sono accolti, e tra un pigiama
e una camicia s'insedia maestoso
ma arrendevole il possibile, dove potrei
persino telefonarti e dichiararmi
folle d'amore, questo unico tempo vero
involontario che ci è dato
per grazia di partenze, questo
non è nient'altro che preghiera.


(Patrizia Cavalli)

El tiempo de la partida. Allá vamos, de nuevo.

No he conseguido el libro que quería leer en el vuelo, no he conseguido un regalo perfecto para mis hermanos, no he conseguido el horario del vuelo sino hasta ahora. Saldré de madrugada, quizá no deba ni dormir. Pasaré por Roma (había olvidado ese detalle) y espero que mi maleta no se queda por allá (suele suceder). Me llevo el White Tiger, que lo comencé hace como 6 meses, con diferentes interrupciones, y el cual tengo en Barcelona sin que, supongo, Stefanie sepa. Stefanie a su vez se lo quitó a Sive la que, supongo, tampoco lo sabe.
En la casa, como en los poemas de Eliot, las mujeres vienen y van. Vemos partidos de futbol, yo peso y sopeso mi maleta. Es un largo viaje, vuelvo a casa, voy a Costa Rica. Se acaban así los viajes del 2009: portadores, murcia, belgica, italia, amsterdam, mi regreso a porto y tú, todo el mar.

imagen de João Ruas

lunes, noviembre 30, 2009

Tejido


Pasé varios días sentada frente a mi computador, frente a la torre, frente a los obreros que vinieron a arreglar el techo y se treparon por mi ventana, frente a la lluvia, frente a un libro de Genette, de Kristeva, de Bahktin, de Jenny, de Eduardo Lourenço, de Borges, de Bloom, de Paz, tejiendo el capítulo del marco teórico de la tesis. Debía usar todos esos hilos de diferentes colores con una misma aguja, añadiéndolos al telar de mi tono, mis palabras, mis líneas conectoras. (ah sí, y debía dejar afuera a los albañiles -sacerdotes del cemento- a la torre, incluso a mi ventana)

Como para este tipo de escrito académico no se puede decir nada sin que alguien lo haya dicho antes, debía congregar muchas voces y así fui formando mi fiesta impar. Por cada opinión debía tener también su contraparte; pequeños rings de boxeo medidos para que nadie se desangrase. Todos los escritores antes nombrados debían hablar y callar cuando conveniese, y yo era la encargada de mantenerlos sentados, alrededor del arbolito de navidad con regalos.

Borges dice, Bloom le clava el pico, yo los separo;
hablas hasta por los codos, Jenny,
espera tu turno, Kristy;
a ver, callados,
por allá atrás Lourenço y Pessoa dejen la guachafita;
engárcense todos en la aguja,
a ver, uno por uno,
mete este brazo entre los cabellos de Octavito,
y tú, muérdele la cola a Gerard.

Ahora sí, foto para el recuerdo y ensayo para Pedro, el Malo.

pd: imagen de tejido de Emily Barletta

jueves, noviembre 26, 2009

Agua dentro, sol afuera

Filtraciones, agua de adentro, huesos fríos.
Buenos días Oporto

viernes, noviembre 20, 2009

Ejercicio de improvisación propuesto por Julian: escribe ya cualquier cosa

Improvisando

(un dos tres, prrrobando
so
ni
do
so so so
nido)

tengo en mi alma un alma mia
intrasferible
viva,
latiente
confundiéndose entre cabellos y venas
creciente
menguante
con ciclos y esperas
no descrita sino en descripción

en un estado de presente continuo

almándose

domingo, noviembre 15, 2009

lunes, noviembre 02, 2009

Lucy in the Sky with Diamonds en Rep. Dominicana

Raspacanilla con sintetizador y alucinógenos







y sí, es en serio, me gusta.

miércoles, octubre 28, 2009

PEIXE



Ola,

We found your orange PEIXE and only after 3 weeks we found your little note inside.....our son is palying happily with your little fish, so the fish has a nice new home ;o)

kind regards,
mirjam






Post número 100 :)

sábado, octubre 24, 2009

jueves, octubre 22, 2009

Talho

Reveo el álbum familiar y noto que mi tío se parece a mi abuela, que mi padre también, pero menos. Que mi abuelo y su familia son todos muy altos para ser portugueses, con un tono de blancura muy nórdica para ser portugueses, con pecas y ojos claros y maxilares delineados y narices delicadas, mucho, para ser portugueses. De dónde vendrían los antiguos Cavilhas, o serían más bien del lado de mi bisabuela, estos antepasados caucásicos que me heredaron tantos centímetros? No hay historias recientes de su viaje, apenas sabemos que las últimas generaciones eran ganaderos que compraban y vendían vacas, que alimentaban y cuidaban vacas, que degollaban, descuartizaban y cortaban –por la zona exacta para el sabor adecuado- vacas, y las exhibían en sus carnicerías, a la vista de todos, como guerreros.

( ayer vi una paloma muerta, como un pote de pasta de tomate que se haya caído, carne molida desmenuzada, entre plumas y paticas naranja).

La sangre, a mí, la sangre, no me gusta nada. Mi sangre no me trajo de esa sangre para picar cuerpos. Quizá apenas para describirlos.

sábado, octubre 17, 2009

A Luis Miguel Navas lo cortaron en pedacitos

Llegábamos a casa y habían unos hombres en el techo del edificio arreglando algo. Não é teto, é telhado, me dijo mi tío corrigiéndome. Así la palabra se convierte en frontera, lo que es cara no es sello, porque tiene otro nombre. La sombrilla, al contrario, es sombrilla por abajo y por arriba, como también lo es la alfombra: el lado que roza el piso y el lado que roza mis pies. Pero el techo y el tejado son inseparables pero diferentes, la otredad encontrada de espaldas. Lo que tapa mi cabeza é teto, lo que aguanta el sol y la lluvia, é telhado.¿Y cómo se llama el reverso de la piel? Meto mi dedo en la boca, donde ya no es mejilla, sino teto: todo tan a carne viva. Muerdo ese cachete interno y le busco un nombre. No es encía ni labios. Es húmedo y contiene el aliento, un túnel con entrada de luz antes de llegar a ser garganta, que no cuello, y sumergirnos en la oscuridad recubierta del reverso, aquella que soporta sangre, vísceras y huesos.

viernes, octubre 09, 2009

Suéter blanco

Me enviaron un suéter blanco, tejido, suave, de Venezuela. No es un suéter que parezca de allá, ni que sería recomendable usar con ese sol. Imagino que me picaría la piel, alrededor del cuello, y que lo guindaría de mi cartera. En el autobus -carrito por puesto- se caería, pues la gente en su movimiento se lo llevaría entre cierre y cinturón. Entonces se estiraría uno de los hilitos de lana, largo largo, dejando un hueco, que luego no sabría cómo tapar. Se desprendería de mi cartera y los albañiles lo pisarían con sus zapatos limpios, sus camisas limpias, sus manos limpias, su cabello mojado y cepillado con peine negro plano que llevan en el bolsillo de atrás de su limpio pantalón. El sudor del día está guardado entre sus ropas en un bolso casi siempre azul; pero ya a esa hora -las 5 de la tarde- bienperfumados, mantienen la fuerza para entrar antes al carrito-por-puesto como si no hubiesen trabajado todo el día con sus brazos.

La cosa es que es un suéter muy conveniente para los días duros, no tanto los fríos. Una capa de calor suave, como un abrazo de Fausta, la señora grande y gorda que vive con los Mantilla para cuidarle los nietos. Fausta está ahí, como un corazón, generando amor para todos. Todo el amor que se les vá en el día a día, porque las colas, porque los médicos, porque los alumnos, Fausta lo regenera. Sentada en la cocina, entendiendolos a todos, completamente sola. Claro que mi suéter no es tan sabio ni tan gordo, ni abraza tan fuerte, ni tiene esa voz un tanto chillona y particular de Faustica. Apenas es un suéter, pues.

La verdad, no es nada fuerte. Quizá es eso lo que acompañe en días así. Que sea delicado y débil, vulnerable; que muestre todas sus costuras y métodos, como tendones al viento. Que cada uno de sus hilos se puede enredar, inconsciente, de tanto sitios, y destruirse poco a poco, mientras trata de alejarse, ingenuo, de aquello que lo hala. Para terminar deshecho entre dos sitios, lana descosida de un lado, mitad de manga del otro.

lunes, septiembre 14, 2009

hace dos años

me preparaba para viajar a Porto, salir de casa por primera vez, estudiar fuera, alejarme de todo lo conocido y crecer. Llevaba en mi cartera el cuaderno que me regaló Josefina y escribí en él durante el vuelo. Tenía miedo del viaje y del encuentro con mi familia portuguesa, pero sobre todo tenía mucha ilusión de conocer ese vacío de no pertenecer.
A veces es dificil recuperar la primera impresión que tuvimos ante cada persona y cada sitio que luego se nos hicieron cotidianos, o se llenaron de historias. De pertenencias. Ahora intento recuperar a-la-ana llena de expectativas que se despedía de sus amigos en el aeropuerto, abrazaba a su mamá que lloraba y volteaba para atrapar la altura de las manos de Yoel y Yayi que le decían adiós

jueves, septiembre 03, 2009

domingo, agosto 16, 2009

Cuando era grande (o lo que me dijo Wasim)



Wasim siempre me tiene frases cuando voy al abasto de su colega pakistaní que queda enfrente de su frutería

- Ochenta
(fue la de ayer)
- ¿Cómo, Wasim?
- Hoy sólo soy 80%

Pero con la que más me sorprendió fue con

- ¿ME BUSCASTE EN INTERNET?

(me preguntó a gritos desde la fruteria, con su camisa de "proud to be a pakistani" con la que le conocí)

- No, Wasim, jejejeje, ¿estás en internet?
-Sí, hay fotos!
- ...¿?

Y me trajo un papel con su nombre
WASIM AKRAM

- Busca en internet, ése era yo cuando era grande. El mejor jugador de cricket de Pakistán, ahora juega en Estados Unidos.

Así que así era mi amigo Wasim cuando era grande. Ahora de pequeño (tiene 20 años, hoy le pregunté) trabaja diariamente para una frutería y está muy cansado. Dice que la vida aquí le es muy dura, pero que irá a descansar y a engordar a Pakistán en diciembre, para volver a trabajar con fuerzas.

Hoy conversamos sobre el Ramadán. Wasim es paciente y bueno, como el bueno de las peliculas de Kusturica. Noble, noble es la palabra. Me dijo que faltaba sólo una semana para el Ramadán y que no comen ni beben nada desde la madrugada hasta las 6 de la tarde. Le pregunté si le costaba mucho, si eran días muy duros, y me dijo que no. Que son días muy buenos, que se sentía mejor que en cualquier otro.

-Porque no sólo dejamos de comer. Tampoco se puede mentir, ni hacer tramposo. Nada. Hay que decir verdad y ayudar todos.

Entonces, Wasim, si esos días te molesto, ¿no me puedes hacer nada?

-No, pero el Ramadán sirve de practicar. Hay que ser todos los meses pero la gente no toda lo hace. Es para eso pero pasan los meses y se olvida. Pero después de 11 meses vuelve el Ramadán para recordar.

¿Y rezas cinco veces al día?

-No, no puedo aqui por trabajar, los jefes no me dejan. Y eso es sólo 5 minutos de oración, pero no.

Pero tus jefes son musulmanes también, ¿no?

-Sí pero no todos los musulmanes rezan las cinco veces. Eso depende del miedo que le tengas a Dios. Yo le tengo miedo, pero no me dejan aqui cerrar para rezar. No todos los musulmanes tienen miedo, ni todos son como deberian ser en el Ramadán y después. El Ramadán sí lo cumplen todos, pero luego se le olvida. Nosotros tenemos un libro que dice cómo hay que ser en todos los momentos de la vida. En todos. El Corán. Cuando salimos de Pakistán siempre decimos que lo cumpliremos pero no todos lo cumplen.

Wasim me rebajó 4 céntimos las cebollas y me preguntó qué cocinaría. Luego me preguntó de nuevo si había visto las fotos y los videos de él, cuando era grande.

-Algunos dicen cuando era pequeño. Yo te digo cuando era grande.

jueves, agosto 06, 2009

Pensando en Polonia

pensando en Polonia me acordé de Wislawa Szymborska. Busqué un par de poemas que adoraba, pero no los encontré. En cambio, me descubrió esta joyita.

Agradecimiento

Debo mucho
a quienes no amo.

El alivio con que acepto
que son más queridos por otro.

La alegría de no ser yo
el lobo de sus ovejas.

Estoy en paz con ellos
y en libertad con ellos,
y eso el amor ni puede darlo
ni sabe tomarlo.

No los espero
en un ir y venir de la ventana a la puerta.
Paciente
casi como un reloj de sol
entiendolo que el amor no entiende;
perdono
lo que el amor jamás perdonaría.

Desde el encuentro hasta la carta
no pasa una eternidad,
sino simplemente unos días o semanas.

Los viajes con ellos siempre son un éxito,
los conciertos son escuchados,
las catedrales visitadas,
los paisajes nítidos.

Y cuando nos separan
lejanos países
son países
bien conocidos en los mapas.

Es gracias a ellos
que yo vivo en tres dimensiones,
en un espacio no-lírico y no-retórico,
con un horizonte real por lo móvil.

Ni siquiera imaginan
cuánto hay en sus manos vacías.

"No les debo nada",
diría el amor
sobre este tema abierto.

Wislawa Szymborska. De "El gran número" 1976 Versión de Abel A. Murcia

lunes, agosto 03, 2009

ahi en la mitad del mundo

acentrados, en el lugar en que el gato coloca los ojos y lo puede ver todo pues en esa perspectiva domina el interior del movimiento absoluto de las cosas,
ombligo
donde el nudo de la cuerda se aprieta y olvida que va a ser deshecho.
tenso
tensado
hilo afinado de cualquier instrumento (o de mi garganta)

nació creció caminó y cayó
murió enfermó palideció soledadció
pero ahi en la mitad del mundo
sus ojos se encontraron con los de ella y su boca
tambien su boca
supo ese día cuál era el significado de su nombre.
qué importan los finales y los principios
si vamos haciéndonos nudos
y es ahi
en la mitad de nuestro tiempo, del mundo
donde todo lo que no entendimos
baila y rie en nosotros

jueves, julio 23, 2009

recuerdos vecinos

Pensé en escapar antes de despegar. Sentí mucho miedo, como hace tiempo no sentía en un avión. Me podía levantar, decir que no volaría, que había recibido una noticia, o cualquier cosa, y bajarme con mi maleta de mano. Pero me quedé y estoy en el aire escribiendo esto. El cielo me dijo que me llevaría con cariño a Porto y me dio fuerzas para contar.

(Quería escribir sobre los despegues, sobre ese momento de iniciación compartido, donde todos nos quedamos callados, miramos para los lados, ignoramos las normas de seguridad e imaginamos cómo se acomoda y eleva la máquina que nos transporta, contra todo pronóstico, a metros y metros del piso. Pero me vinieron unas palabras de Isidora y ahí me fui)

la señora carmen vivía en el piso de abajo, cuidaba a gustavo y a mariana, mi madre la quería mucho. olía a anís y tenía un altar en el cuarto, donde estaba un san martín de porras que luego heredé. Le dio cáncer de pulmón y mi madre decía que nunca había fumado. Le gustaba jugar Bingo y una vez le hicieron una piñata con la forma de un cartón, se la partimos en la casa y salieron juguetes, pero también modes y cosas que no entendía qué eran. No recuerdo ni una de sus palabras, pero sé que se molestaba con mariana y gustavo a ratos y les lanzaba una chola desde donde estaba acostada. Me acuerdo de ese objeto volador.

La última vez que la vi estaba sentada en la cama, sin fuerzas para levantar la cabeza. quizá alguien me lo dijo, no estoy segura, pero supe que sería la última vez que la vería. Se llevaban a esa abuelita de mariana que no era realmente su abuelita. Una señora negra de pelo blanco, chicha, como la espuma que se le sale a veces a las lavadoras. Le di un beso en la mejilla, que era como besar un cuero de gallina, suave, delgado y frío, y pasé asomándome por el marco de la puerta una y otra vez para guardar su imagen.

la abuela de mariana y gustavo era la señora Isidora. Isidora tenía una casa en guacara, llena de matas de mango, con una piscinita inflable. Íbamos como si fuéramos parte de la familia León Ramos, todos mis hermanos con todos esos primos no-verdaderos. Como eso también me tocó chiquita tengo pocas marcas en mi cabeza. me queda una imagen de estar en un sitio alto, me parece que es el techo, viendo a los que se bañaban en las poncheras, que eran versiones aún más reducidas donde empozarse contra el calor. También me acuerdo de las noches en que los papás se quedaban afuera y nos mandaban a dormir, sin poder dormir por el ruido, recluidos en unas literas calientes. La voz de mi mamá en las noches. La siempre voz de mi mamá, jugando cartas, riéndose, y yo queriendo salir.

Isidora se la pasaba viajando por toda Venezuela , viendo novelas y curando a gente. Era como la curandera de guacara, y casi todos sus remedios tenían aloe vera. Para el acné, para la gripe, para el asma. Los vecinos iban donde Isidora y ella iba agarrando maticas por todos lados. De ella me acuerdo mucho más. Incluso una vez con Yesika y Mariana nos quedamos encerradas en el ascensor por un par de horas y ella no perdió la calma. jugamos esas dos horas seguidas y luego nos sacaron casi alzadas por el huequito que se abrió a lo alto, suelo con puerta.

Qué fue lo que me dijo Isidora? También desahuciada, acostada en el mismo cuarto, padeciendo algo en las piernas que le impedía caminar, mi madre y yo la visitamos una tarde. Nos dijo que había pasado toda su vida viendo novelas. Viendo las historias de grandes amores, de encuentros predestinados, de finales felices. La vida completa contada en historia de amor, pero ella nunca había sentido ese amor. No así, con ese vértigo que ahí mostraban. O quizá sí, dice; una vez, muy jovencita, pero nada se pudo porque era negra. Había un muchachito de la cuadra, blanco, con quien se había encontrado alguna vez y al parecer habían compartido esa sensación. Era tan joven, que no sabe si era eso, pero cree que fue lo más cercano. Él la buscó pero la familia se lo prohibió. No podía dejarse ver con esa negra del pueblo. Más tarde la casaron con el que sería el padre de sus hijos y ella rezaba que se durmiera de borracho para no juntarse. Una vez que tuvo a juana y a Alfredo, el señor murió y ya nunca más alguien la detuvo. Solo la enfermedad esa al final.

mi madre en algún otro momento me dijo que la verdadera abuela de mariana era carmen. que era ella quien había criado realmente a alfredo, el papá de mariana. alfredo sí se casó con una blanca, Betsy, de ojos claros. Tuvieron a mariana y a gustavo Un día a Alfredo le dio un dolor de cabeza y tenía una pelota inmensa dentro. Mi papá no podía creer lo que veía en las radiografías. Le abrieron la cabeza y le sacaron eso y a Betsy. A los pocos meses la dejó, luego de por lo menos 25 años juntos. Betsy no comió bien por tres años. Mami, no importa ser gordita, le decía yo a la mía. Mira a la pobre betsy, adelgazando de dolor.

La otra hija de Isidora, juana, era profesora de matemáticas y tuvo dos hijos, duglas y carolina. Duglas me decía “ana lucia caraota fría”. Se volvió evangélico y se casó en Guarenas. Fue la ultima vez que lo vi, yo no tendría más de 8. Carolina se enamoró de un marcos. A mariana y a mí nos llevaban de paseo donde la tia juana y recuerdo cómo juana llamaba y llamaba a carolina para que se devolviera. Se había ido con marcos esa noche y le dio por no volver a la casa. Llegaron entonces duneska, dubraska y dubreisi. Duneska fue criada por la tia juana, que en las reuniones bailaba más que olga tañon. Tenía su show montado de juana la cubana con rayador de queso y faldita corta.

Juana fue a la casa un día a contarle a mi madre que se había podido comprar su carrito nuevo. La recuerdo en la pared marrón de la cocina, apoyada, hablando de un dolor que tenía en el estomago, a un lado. Una pelota inmensa. Y del miedo. A juana la ingresaron y de ahí no la vi más. mi madre fue a visitarla un par de veces y recuerda el miedo persistente que tenia. Juanita no vivió mucho tiempo después de la operación para sacarle ese tumor. Duneska quedó sin mamá, aunque carolina se encargó de ella.

No sé cómo este escrito terminó en algo tan triste. Es por eso de la narrativa. Sobre todo cuando alguien se nos muere, tenemos su cuento cerrado, con final y esas cosas. Creemos que lo poseemos, que conocimos su vida, pero sabemos es estos datos. Lo demás, eso que podemos imaginar y sentir, está en otro lado, se lo llevaron ellos o lo dejaron dentro de uno. Un pedazo y un pedazo. Como los yanomamis, que queman a sus muertos y las cenizas las mezclan con una bebida que toda la comunidad bebe. Así sigue entre ellos, con ellos, en ellos. Siendo ellos.

Ahora ya estoy en porto, sana y salva, pero el aterrizaje parecía querer probar mi intuición de la subida. El avión iba bajando bajando bajando, entre lluvia y ventolera, cuando comenzó a subir. De 400 pies pasamos de nuevo a 1200. Lo sé porque el catalán que tenia al lado iba con un aparato que daba ese dato. Todos nos quedamos callados, sintiendo la turbulencia. Yo no sé pero ahí ya tenía menos miedo. Había hecho un pacto con mi superstición “una vez que se apaguen la luz de no usar el cinturón, se acaba el peligro y mi miedo” y de eso hacia una hora y media. Las turbulencias, la lluvia y el viento no sería nada. Pero aplaudí con todos al llegar. La tempestad de porto no era nada normal y el pilotico lo hizo bien. Porto y sus cosas, sus bienvenidas. le encanta pelearse conmigo.

lunes, julio 13, 2009

Desempolvando los discos duros ajenos


Mario me envió un mail lindísimo lleno de escritos y fotos que tenía en la memoria de su computadora. También ahí había un pedazo de mí que se ha mezclado con las ocurrencias de Mario, quedando entretejidos en una historia común. De hecho, anoche cuando me faltaba una palabra que había usado en mi tésis, recurrí a él, que lo buscó en su libro Memorias de mis pasillos ajenos. Ahí, como dice el título, recoge memorias ajenas de quienes nos cruzamos en La Escuela de Letras y su único pasillo, que además comparte con Filosofía. Y me consiguió la palabra. En el capítulo de su novela en el que aparezco, Mario rememora esa palabra que me dijo mi padre y que es en el fondo una bonita metáfora: engrama, las cicatrices que se harían en el cerebro cuando guardamos un recuerdo. Pues bien, Mario tiene documentos míos en su computadora, cicatrices compartidas, además de documentos de "59 personitas más" me dijo. -59???!!- pues sí, Mario, no sé cómo, pero es capaz de tener 59 carpetas diferentes para las personas importantes en su vida. Como ven el número no es corto: creo que Mario en algún punto se dio a la tarea de hacer amigos. Y como que le fue muy bien. Es que da mucho gusto y risa oirlo narrar, por ejemplo, la manera en que se enteró de la muerte de MJ:

"Iba en la camionetica para mi casa, oyendo a un chamo que hablaba con su mamá de que debía dejar el cigarro. En eso grita "qué? que se murió Michael Jackson. Bueno, eso le pasa por ir en contra de la naturaleza".

Lo que iba a desempolvar es un cuentico mío que tenia por ahi él y esa foto :) de Margarita 2006


Por segunda vez


Cuando lo encontré, el tipo yacía boca abajo. En la boca tenía tierra, los zapatos chorreaban un líquido. Pensé “es su sangre”, mas no. Miré hacia arriba, buscando el techo de donde se había lanzado: podía ser cualquiera. Escogí el edificio verde desde donde podía ver las montañas lejanas. No dejo de ver el suelo lleno de las cenizas de su boca. El polvo de todos los muertos saltó conmigo, se internaron en mí convirtiéndose en uno. Estábamos cansados de ser espacio, de ser tiempo convertido en número, de ser momento detenido en fotografía. Ya son las 5 de la tarde, los otros forenses no llegan, la cámara se me quedó. Debo delinear la forma del joven; no sé si dejar dentro del dibujo las cenizas esparcidas. Yo salté hacia dentro, no hay afuera, tú saltaste conmigo. No me pregunto la razón de su salto, interrogo más bien nuestro empeño en seguir sujetos al piso. La tortuga guardada en mi interior se convirtió en gaviota, en dromedario, en pez, en caparazón, en cenizas, en suelo profundo. Pienso en el sueño de anoche, parece una premonición: en el desierto me esperaba un mar de polvo, de donde salían todos los muertos a quienes he tratado. Todos se juntaron, la masa de cenizas se convertía en una gaviota buscando caer, sin peso, al suelo. Yo soy el animal, quien te ha llevado en sus hombros, en mi salto recogí tu peso más el de todos: no era nada, no pesan, no hay afuera. Odio cuando las cosas se llenan de significados. El líquido viene de mis zapatos, “es mi sangre”, me digo. No pienso ir al trabajo: voy a subir al edificio verde, para poder ver las montañas. No quiero decir montaña, quiero verla. Voy a saltar. Quizá hoy me visito convertido en suelo, en línea vertical, en salto hacia el piso.

jueves, julio 02, 2009

Cuando sea viejo quiero ser verde

Léase en la nota que colorea este escrito lo siguiente: "Incluso con 81 años es un placer ver tanta pierna bonita al aire". Una nota dejada a mi amiga Stefani por un señor de, probablemente, esa edad. Tomaba un café, raramente temprano, con Meghie, la brasilera del swing, mientras dejaba desprevenida a sus piernas, de costumbres ciclistas portuenses, escapar por la raja de su falda.

Como "noticia del día" bautizó su encuentro con este viejito portugués atrevido que le pidió permiso para dejar ese papel en su mesa. Acto que Stefanie calificó de impensable en cualquier hombre de esa -o de cualquier- edad en su país de origen, Austria. "Pero yo nací en el sitio equivocado" concluye, soñando con paisajes de palmeras y puestas de sol en playas donde todos apasionadamente dicen lo que piensan y lanzan besos a quien ven pasar.

Imposible no pensar que fue un gesto bonito, verdad? y dejarlo por escrito, con elegancia en la letra. Me hace pensar a un profesor de la escuela, que hablaba de la diferencia entre Eliot y Yeats tomando como ejemplo un poema de éste último que trataba de una chica jóven y bonita en un aeropuerto. Eliot no le interesaría hacer un poema sobre ninguna, ni sobre ningún cuerpo, o quizá sí, pero del otro lado de lo carnal; el de la tierra baldía, la esterilidad, o el que nos espera tendido en una cama de hospital en la canción de amor de Alfred Prufrock.

jueves, junio 25, 2009

Subiendo Gitanas

Metro Barcelona 5 am, Sant Joan

domingo, junio 21, 2009

Recuerdo persistente de un sueño infantil

Hace 20 años me llevaron, en el carro de Alfredo León, a la clínica de San Román. Al menos creo que me dijeron eso luego. En mi recuerdo era un sitio mucho más lejos de casa. Así que narraré mi recuerdo, sin los datos exactos, pues los datos son posteriores.

Recuerdo estar sentada en la parte de atrás de la Samurai con mi mamá y estar viendo el reloj. Como otras veces, me habían despertado muy temprano, sin desayuno, para una de esas pruebas incómodas que me hacían. Me dijeron que sería dormida, como la última vez, así que yo no puse resistencia. La prueba anterior había pataleado, pateado, mordido a todos los enfermeros y enfermeras, pues no les creía cuando decían que no me iba a doler. Esta vez no hubo uso de ninguna fuerza. La enfermera me cargó, me acostó en una camilla y me puso uno de esos sombreritos verdes de papel. Luego ella y otras más se agolparon a mi alrededor y me sacaban mechitas de cabello en la frente, me decían cosas lindas y me hacían sentir bien. Me preguntaban la edad y les decía que el día siguiente cumpliría 6. Estaba muy contenta de cumplir años y no sentía miedo, sólo quería que la parte de la anestesia pasara rápido, pues no olía nada bien: a pasta de dientes Pepsodent, la de rayitas verdes. (iuck). De seguro no le daba ese nombre, le daría cualquiera, como la parte en que me dormían, en fin, en que me ponían esa máscara en nariz y boca.

Acostada boca arriba, recuerdo ver las luces del quirófano y dormirme sin opción. Respira fuerte, me decía uno de los doctores, y yo que lo hacía con asco por el sabor aquel. Entonces entraba a un sueño, a un adentro leve, cercano a lo que estaba sucediendo, pues podía seguir oyendo la conversación de los médicos; oía sin duda a Pieretti, quien me iba a curar (como decía mi mami) y a quien le dibujaba corazones encima de las dos ies.

Yo sabía que estaba durmiendo para que ellos me pudieran curar, sabía que había una luz afuera y muchos médicos y que yo me mantenía adentro. En mi sueño el adentro se estrechaba, estar adentro tan adentro se convertía en una burbuja, y el escenario negro engrandecía. La burbuja, como un globo, me aislaba de todo, de sonidos, de tiempos. Pero la conciencia de la luz y de las voces continuaba. Yo sabía que tenía que salir de la burbuja antes de que ellos me despertaran, sabía que si no lo había logrado, no me despertaría. (La constante y rara certeza de la muerte de una niña de 5 años, que el día siguiente haría 6. )
Me desesperaba pero los gritos dentro de la burbuja se quedaban ahí, ella impedía que el sonido saliera, que mi mano saliera, que yo me saliera.

Los médicos me despertaron y yo crei que me había muerto. No había logrado escapar. Pero entre las caras veo a la de mi papá, que había pasado al quirófano. Entonces le pregunté y me dijo que no, que no estaba muerta.

Es raro tener el recuerdo de ese sueño. También lo he contado tantas veces que quién sabe qué se le ha sumado y qué se la ha restado. Pero bueno, cumple 20 años, y estuvo en ese paso entre los 5 y los 6, paso que una vez más vuelvo a dar. La cosa es que Pieretti sí me curó, que mis papás quedaron por fin tranquilos y que el 22 de junio, con un cansancio que me impedía hablar, abría los ojos en el cuarto y, además de no entender por qué me sentía tan pésimo (pues de los otros "exámenes" nunca había salido tan malograda) veía montes de juguetes y a Michel, mi mejor amiga de entonces, jugando con ellos.

Recuerdo una muñequita negra de cartón que traía muchos vestidos de papel para cambiarle; recuerdo al Mister Bello, un bebé de plástico que traía además de los pañales un corbatín y un sombrero (como un mini streaper) y una cesta de flores con un peluche de Alf. También recuerdo la reunión entre juguetes nuevos y viejos, pues una semana después, cuando llegué a casa, me esperaron todos en la sala, sentados uno al lado de los otros en el sofá.

jueves, junio 18, 2009

Rabat

Dos puntos de un recorrido que sólo conoce Dios (y quizá el ladrón)



Sala de mi casa, Barcelona



Rabat, Marruecos, en una pequeña calle que pinta el google maps sin nombre



Cuento al menos con el segundo punto. La verdad casi siempre, si tenemos algo, tenemos uno. El punto que está en nosotros. Todo lo demás es misterio.

lunes, junio 15, 2009

Cosas que me gustan

3. "A todas las niñas valientes que salen a realizar sus sueños"




Las princesas primorosas


se parecen mucho a ti




Cortan lirios,


cortan rosas


cortan astros


son así

sábado, junio 13, 2009

Nombres portugueses, casos y cosas

2. Claudia Direitinho Consciencia.

(su apellido de soltera es Direitinho, es decir, derechito, que de paso en portugués se usa mucho para connotar algo bien hecho. Consciencia, el del marido. Cómo puede ser su hijo, con una consciencia derechita?

Yo digo que torcido)

jueves, junio 11, 2009

Y Vanessa llamó- IX

Había visto que el letrero seguía en la calle e incluso, podía afirmar, que luego de los días de lluvia lo habían renovado. El dueño del Beagle seguía desaparecido y ella (por qué no?) podía ser también su dueña.
Llevaba casi un año viviendo en esa ciudad, transferida por la compañia en la que trabajaba desde que terminó la licenciatura -5 años atrãs- y no había conseguido aún hacer amigos o sentirse en casa. Con un perro se sentiría acompañada, tendría algo que hacer además de ir y volver del trabajo y quizá podría conocer gente con los mismos intereses: perros, collages, collares, peliculas europeas.
Era una locura, verdad? pensaba. Si tomaba la decisión debía continuar por siempre la mentira, incluso si apareciera el dueño verdadero. Y eso sí sería una escena completamente estúpida. Ella, halando por la cadena a "su" perro (le gustaría llamarlo Felipe) y la emoción de Felipe al ver a sus dueños reales, diciéndole por fin un nombre que su cola reconoce.

-Hola, si? estoy llamando por el perro perdido. Por Felipe, sí, es mío.-

miércoles, junio 10, 2009

Feliz día Portugal

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imaginense aqui
una imagen de un señor
con un parche en un ojo

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As armas e os barões assinalados,
Que da ocidental praia Lusitana,
Por mares nunca de antes navegados,
Passaram ainda além da Taprobana,
Em perigos e guerras esforçados,
Mais do que prometia a força humana,
E entre gente remota edificaram Novo Reino,
que tanto sublimaram;
Cavaco Silva (léase el presidente de Portugal) hoy felicitaba a los soldados que luchan en los balcanes, en Afganistão y en muchos otros sitios que ahora no recuerdo. Como Camões, como Cervantes, en el discurso de las armas y las letras, siempre ganan las primeras.
Y está bien, porque si leemos es para que el día que debamos cortar con una palabra la estupidez, la necedad o la arrogancia, lo hagamos con tino, como los barões assinalados.

martes, junio 09, 2009

Clarice, mi nueva compu


Con nombre portugués, pues es lo que ela fala, como ella, así mi compu nueva. Chau Catuchita, nunca te olvidaremos

lunes, junio 08, 2009

A la amiga de mi amiga

La habían traído

(Traído: Conducir o trasladar algo .
Traído:
Atraiçoar.
2. Denunciar.
3. Não cumprir.
4. Falsear.
5. Ser infiel a.)

un poco engañada, un poco a la fuerza, y había quedado con Rebeca que en cuanto llegara le enviaría una carta para planear su huída.

No pensaba comer.

( oh pá, a menina está triste)

No pensaba hablar.

(oh pá, mas a menina tinha namorado?)

Si ganara algo con eso, planearía no dormir, pero no aguantaba.

(essa menina é um bocado esquisita...)

No le gustaba usar sweteres tan pesados

(a prima venezuelana é muito fraquinha)


Pero no le gustaba tener frío

(Ah! por amor a Deus)

En su salón habían unas 15 personas

(olha, o que se passa contigo? vais ficar sempre caladinha, a fazer figura de parva?)

Si no comía en la cantina y ahorraba esos 100 escudos diarios, quizá, un día, sumando lo que estaba recogiendo Rebeca
como los unicornios
van desapareciendo

podrían reunirse en Caracas, ella se podía quedar a dormir en el cuarto de servicio mientras, hablaría con las monjas del colegio para que la dejasen limpiar o algo y ganarse así un dinero

es cosa ya de tontos

y cumpliría en sólo 3 años los 18, los papás no podrían hacer nada y que ni lo intentaran porque ya habían hecho demasiado con llevarla a esa casa con los tios abuelos escupiendo el piso y las primas viendola con esa cara

un amor como el nuestro

lo malo es que el imbecil de Eduardo no le habia escrito, pero le daba igual. Ella no quería era estar ahí, no conocía ni entendía nada y no aguantaba seguir oyendo

no debe morir jamás
lo que tenía que hacer sin entender del todo, ya no se quitaba los audifonos en todo el día, solo le hacía falta decir "umas pilhas" y gastar algunos escudos en eso. Rebeca no le había escrito en tres, en cuatro, en cinco semanas, y los papás se habían mudado a otra casa y la tía no le entendía cuando le preguntaba de las cartas

en los muros nadie pinta corazones

y estaba todo perdido.

Todo lo que le era conocido iba en ese cuadradito que escupía sonidos.

Joãozinho había sacado las cintas de su cassete de Jerry Rivera.

(oh menina! mas se é um bebe! não podes bater assim à criança!)


Nombres portgueses, casos y cosas

1. Pedro Paixão.

(De verdad, lo juro. Lo más más loco, es que no servía su pen drive y me pidió para que le mandara el mail, ahi corriendo en la biblioteca. "Pedropaixao@blabla.com" Y el archivo era nada más y nada menos que una charla sobre Freud)

Cosas que me gustan

2. Desayunar meia torrada y meia de leite en la Praça da Batalha.

sábado, junio 06, 2009

Cosas que me gustan

1 Canciones intensas. Graciosa y gratuitamente intensas como:



miércoles, junio 03, 2009

Onde está voce agora?

Recuerda siempre que si tu quieres gozar, sopa de caracol, jei

(guataneli gonzu, chupi pa ti chupi pa mi)

Porque lo que viene es saudade en transfusiones subcutáneas, transplantes de médula con rechazo por diferencias culturales y discusiones semanales con una tercera persona en abstracto titular, pero que está presente y se expresa con toda la malaintención que la educación permite.

En estilo crónica, les resumo que:

Dina se describe como surrealista. Le gusta tener una buena cena, una buena bebida y un buen cigarrito antes de irse a dormir. Que la casa será de Stefanie y mia un 80% del tiempo y que el grupo de artistas y las clases de pintura sólo nos molestarán el resto del tiempo. Que podemos cocinar, usar el salón, usar la lavadora, el baño y si así lo decidimos, ser parte de la familia o no, pero que eso lo dirá el tiempo. A ella le gustaron mis ojos y si no decidíamos quedarnos ahí, le gustaría fotografiarlos.
Dina es surrealista, no artista, y su único vicio, segun afirma, es fumar (aunque de vez en cuando depois dum bom jantar uns copos ..) y no se metería en nuestra vida: seríamos completamente libres, como ella lo es, porque a gente tem de saber o que quer y así conseguirlo. Ya su vida de noche y fiesta ha pasado, y si queremos sosiego (pues eso le dijimos) ella no nos molestará. Si de vez en cuando hace una reunión con la asociación de pintores, no será hasta después de las once, y si alguien está muy borracho, se quedará en el cuarto del "medio" ( sí, un pequeño cuarto que queda en el medio entre el que será de Stefanie y el que será mío). Si queremos clases de pintura? ella no da clases de pintura. Ella no enseña nada, cada quien se enseña a sí mismo. Apenas ayuda para encontrar eso que podemos enseñar nosotras.
es como Janis Joplin pero con 40 años. no necesitaría de esta presentación si la conocieran: en 10 minutos su discurso de presentación y reafirmación deja todo esto y mucho más claro. Lo único que no sabe es que imponer la libertad es también quitarla, pero lucharemos por ella, no lo dudes. Stefanie y yo vamos para allá, yo voy para Porto, yo me quedo ahora en Porto, para hundirme hasta el fondo del Douro y sacar la tesis, sacarme de aquí definitivamente y cerrar el cuento que empezó con un poema y terminará con una amiga de oro, mil historias, mil millones de lágrimas y veremos de aquí a Setembro que mais..

lunes, junio 01, 2009

Viva junio

En wikipedia dicen que viene o de Junio Bruto, o de juventud, o de Juno.
Juno es lo que para los griegos era Hera, que es una diosa con una vida ladillsima, persiguiéndo al marido monta-cachos, (que de paso es su hermano), y mortificándose por la cantidad de hijos que el calentón va dejando por ahí. Juno se divierte al menos con sus venganzas, pero cómo debe sufrirlas.
Prefiero a Juno la chica embarazada, que también parece hermana del padre de su hijo, el chamin al que le permite conocer su cuerpo como si le ayudara condescendientemente en su crecimiento interior, pero de quien luego se enamora con una dulzura proporcional al tamaño de su panza.
La juventud sí me gusta, aunque de niña la odiaba, o algo parecido. Tengo un recuerdo clarito de estar haciéndole mala cara a unos jovencitos en una fila del automercado. Los adultos no me importaban, ni los otros niños, pero esos jovenzuelos quien sabe por qué me desagradarían. Sin embargo recuerdo también la alegría con que entré, por ahí a los 13 años, a la juventud, con mi camisa corta negra, los pantalones acampanados negros y un rosario que me colgaba de la cintura, en señal de mi unicidad demarcada: no en el cuello, sino por el ombligo.
Junio llega con calor riquísimo, con mucho por hacer, con mucho por planear para ver si puedo terminar todos mis deberes en septiembre, pero sobre todo llega para anunciarme que voy a cumplir un año más, que estoy viva, que tengo muchas cosas lindas y que puedo conseguir, si me esfuerzo, en tener muchas más.
Para cerrar en este espíritu egocéntrico y egoacentuador (el junio pasado fue tan triste que necesito chupar, exprimir, soplar para los pulmones, pa dentro, todo lo que pueda de felicidad) cantaré una de las canciones que mis primas sifrinas solían cantar cuando yo era niña y ellas comenzaban a ser jóvenes:
Qué linda soy, qué bonita soy, cómo me quiero, ahhh ahhh
sin mi me muero, ahhh ahhh
jamás me podré olvidar, pam pam!

domingo, mayo 31, 2009

Los sueños de ser otro

Clem soñaba con ser otro. Así como Octavio había sido quizá hacia dos semanas un perro llamado Clark, con unos dueños niños, a los que debía perseguir hasta agotarse por el jardín infinito, o quizá un pobre Peck encerrado en un apartamento aún más pequeño que el suyo, orinando en papeles de periódico, gordo no por la buena comida sino por la falta de actividad; ahora era el compañero de Sasha, paseaba dos o tres veces al día y tenía otro nombre y otra residencia. Quizá cambiándolo todo podría rehacerse.
Qué le pasaba a Clem?
Qué le pasó antes? Le pasó algo, o ya lleva tanto tiempo así que no lo recuerda?

Marisela en cambio quería ser ella misma, según creía. Quería ser tan ella, que se le olvidaran todos los demás. Quería que el mundo sólo fuera ella.

Pero esta es la historia sin amor. Y todos sabemos que sin amor, no hay historias. Sabemos que sin amor, las cosas son como mecanismos sin aceite, chirreantes, ruidosos, sin rumbo ni sentido. Clem no amaba, nadie amaba a Clem. Marisela apenas si supo alguna vez lo que era amarse a sí misma. Pero Octavio, parecía amarlo todo, agradecerle por lo que le daba. Qué absurdo, pensó Clem. No quería ser un perro. Quería conseguir eso que había conseguido Octavio. Pero los perros no consiguen nada, no? Son conseguidos. Clem planificó un viaje. Debía perderse, finalmente, para ser encontrado. Una vez más, que alguien lo encontrara. Hablaría de eso en la universidad. Alguna beca, algun viaje. Podía dejarle los perros a sus tíos, o quizá, al dueño de Octavio cuando llegara. Le hablaría de la buena relación entre él y Sasha, y se compadecería de separarlos.
Compasión. Al menos eso sí tenía Clem.

La falsa humildad de M.

Recuerdo una vez que iba en el metro de Caracas en hora pico.
En el metro de Caracas cualquier hora podría parecerle a un despistado
hora pico.
Pero si realmente debe subirse a las 5, como cuando me subí, entenderá
las expresiones: "como sardinas en lata", o
"estamos tan apretados que si me pica una bola se la rasco al de al lado".

En eso, un señor que estaba muy cerca de mí, porque como dije no hay
otra manera de viajar en el metro, comienza a vociferar

"Hitler tenía razón!"

"Negros de mierda!!!"

"TODOS DEBERÍAN MORIR!!"

Y la gente alrededor fue variando su posición, curiosos y
probablemente molestos ante los improperios del desconocido.
Al repararse de quién estaba gritando, el vagón completo estalló en
carcajadas. Uno más atrevido, le dijo "Y usted qué es lo que tiene
blanco? será la pepa del culo"
Porque sí, el señor que nos acusaba a todos de merecer la muerte por
el color de piel, era tan negro como su odio por los de esa raza.
Alarmado, pero consciente, el desconocido se detuvo unos segundos a
reflexionar. Volteó para contemplar su reflejo y luego afirmar:

"Yo también soy un negro de mierda"

Pausa. Sonrisas y compasión.

"y por eso debería morir".

Fin

Moraleja: quien no te conozca que te compre.

lunes, mayo 25, 2009

La modernidad, la historia y la histeria.

De nuevo, Paz, pero luego viene la Lispector a darnos una clase de lo mismo hecho cuento-poema:

"Progreso.
Nuestra idea del tiempo como cambio continuo no sólo es una ruptura del arquetipo medieval cristiano sino que es una nueva combinación de sus elementos. El tiempo finito del cristianismo se vuelve el tiempo casi infinito de la evolución natural y de la historia pero conserva dos de sus propiedades constitutivas: el ser irrepetible y sucesivo.
La modernidad niega al tiempo cíclico de la misma manera tajante con que San Agustín lo había negado: ya no es el alma individual, sino la colectividad entera, la especie humana. El segundo elemento, la perfección consubstancial a la eternidad, se convirtió en un atributo de la historia. Así se valoró por primera vez al cambio: los seres y las cosas no alcanzan su perfección, su plena realidad, en el otro tiempo de aquí -un tiempo que no es un presente eterno, sino fugaz. La historia es nuestro camino a la perfección."

Clarice Lispector:

"Conversa com filho.

- Sabe, eu tinha vontade, mamãe, de experimentar às vezes ficar doido.
- Mas pra quê? (Eu sei, eu sei o que você vai dizer, sei porque em mim o meu bisavô deve ter dito o mesmo, eu sei que é através de quinze gerações que uma só pessoa se forma, e que essa futura pessoa me usou para me atravessar e usará o filho de meu filho, assim como um pássaro pousado numa seta que vagarosamente avança.)
- Pra me libertar, assim eu ficava livre...
(Mas haverá a liberdade sem a prévia permissão da loucura. Nós ainda não podemos: somos apenas os gradativos passos dela, dessa pessoa que vem.)"

VII- Dibujo al llegar a casa. Mamita ayudó, pero Paupi rellenó todo lo que va en negro



domingo, mayo 24, 2009

VI

-¡Mamita, mira la foto! es como ese perrito de la panadería-


-Sí, Paupita, venga te alzo y la ves-


Y la mamita la arrancó, Paupita estaba muy llorona desde que le había subido la fiebre, no quería molestarla más y la calle estaba llena de las fotos esas. El perro del desconocido era de otro, le explicaba a su hija, el perrito se había perdido y ahora buscaban a su dueño.


Paula abría los ojos y no dejaba de preguntar. ¿Cómo se perdió? Se escapó de su casa. ¿Por qué haría eso? Quizá... quería tener una aventura. ¿Por qué? Para... para conocer gente nueva. ¿Y por qué lo querían devolver? Porque él no era el dueño. ¿Y por qué no volvía solo? Había perdido la dirección, a ver, ¿cuál es tu dirección?
Calle de las gaivotas,
- Gaviotas Paupi-
gaviotas, edificio Vistazul, piso 3-B.



Por la acera contraria venía Marisela despeinada, sin sostén, viendo su reflejo en los vidrios del banco. Cristina la saludó, pues no le quedaba de otra. A veces le daba pereza reencontrarse con sus compañeras de universidad con las que pasó cinco años sin tener nada qué decirse. No entendía cómo en 5 minutos recuperarían las palabras perdidas.


-Cristina, mujer, qué hermosa está tu beba- y le acarició el cabello a Paula, que se escondió apoyando la cabeza en el hombro de la mamá, nariz con cuello, mientras se tapaba el ojo con la foto de Octavio. A Marisela le dió ganas de pellizcarla, pero sonrió juguetona, mientras Cristina hacía un esfuerzo para acomodar ese peso muerto en que se convertía Paula cuando no quería nada con nadie.


-Sí, está bella mi gorda, ha estado enfermita, y- dijo mientras la subía- muy grandota para andar en brazos. ¿Cómo has estado tú, Mari?-


(¿Bien?¿mal? ¿No sabe, no contesta?) Pero prefirió:


- Bien, Cris, aquí, moviéndome con varios proyectos de arte, y trabajando mucho en casa. Un poco agobiada con el calor que está haciendo, pero muy bien. ¿Tú? ¿buscandole el hermanito?-


(Venganza menor.)


- No, qué va, por ahora no. Será más adelante...- Y llega Clem a saludar a Marisela y Cristina que carga a una niña que se tapa con la foto del perro.


-No, no es mío, Sasha sí. Yo le conté al Joaquin, es que me lo conseguí en la calle y me he dado a la tarea de buscar al dueño. No, no me lo puedo quedar, con la boxer tengo suficiente, aunque se llevan bien. - Clem veía a Marisela y de reojo a la foto de Octavio en las manos de la niña. De su bracito el cuello de la madre, del cuello el cabello y del cabello los ojos. Era muy bajita, parecía una niña que cargaba a otra niña.


- Cristina, mucho gusto. Ella es Paulita, mi hija y qué pena pero me pidió la foto, quedó encantada con el perrito y me la pidió. Ahora no dice nada porque anda penosa y de paso le da miedo la boxer. Paupi, ven y lo tocas conmigo, ¿quieres?

Paupita comienza a llorar y llorar y llorar. Cristina la alza, la mueva, la baja y decide despedirse. Marisela y Clem se quedan un rato más hablando, y ella se entera del plan que tienen hoy ellos, el Joaco y Clem, donde no parece caber ella.

V

Marisela tenía mucho calor y se quitó el pantalón de pijama, quedando en panties por la casa. Joaquin aún dormía, doblado como un frijol dentro de las sábanas.

"Voy a hacer las cosas bien" pensó Marisela mientras fumaba en el balcón. Las flores se le habían muerto, las muy estúpidas, mostrándoles a todos como era incapaz de cuidar nada. Llenó de agua los materos y vio caer las gotas a la acera, donde una vieja le veía las piernas.

"Voy a hacer las cosas bien", se repitió, pues comenzar el día fumando mientras le veian la ropa interior las señoras a las que mojaba con su regadera no le parecíó lo más acertado.

En la cocina debía estar la comida para el desayuno, lo prepararía a tiempo para Joaquin y quizá podrían tener una tarde tranquila. Las peliculas que alquilaron se vencerían sin verlas, había que, había que. Pero si Joaquin prefería hacer otra cosa le gustaría acompañarlo. Si se levantara algún día. Le gustaría tener otra cocina o que le gustara más cocinar. Pero cuando quería hacer algo se daba cuenta de que no habían los ingredientes adecuados y hoy era domingo y ya nada que hacer. Igual no tenía hambre, Joaquin no se levantaría nunca, aunque le tuviera el café con leche. Habían cosas que no cambiaban nada. Habían partidas de tren a las que se había llegado tarde, ingredientes que nunca estaban a tiempo.

Recordó la primera vez que lo vió. Pensó que era guapo, quizá demasiado guapo. Y se lo dijo. Pero se lo dijo en serio, no como halago, más bien como si le sacara un defecto. Ella que tenía várices, que la forma ladeada de la nariz le restaba equilibrio, que subía de peso si no se cuidaba, sabía que todo eso la hacían ser guapa a su manera, pero no hermosa. Suponía que ser hermosa era un peso, una pérdida de libertad. O más bien, que el no ser hermosa la hacía ser quien era. Atractiva cuando quería, invisible cuando no le interesaba. Joaquin tan alto, tan ojos verdes, tan sonrisa atractiva, tan abuelos florentinos. Nadie podía verlo y sólo pensar que era un tipo.

"Voy a hacer las cosas bien", pensó una vez más, pero no sabía por donde comenzar. Joaquin abrió los ojos y la vió. Ella lo saludó desde la puerta y entró pronto al baño para lavarse la boca. Volvió con él a la cama y le dijo "Voy a hacer las cosas bien".

"Quédate conmigo hoy" pensó, pero no se atrevió a decirlo.

Er primer mundo

Cito a Octavio Paz:

"Occidente se ha identificado con el tiempo y no hay otra modernidad que la de Occidente. Apenas si quedan bárbaros, infieles, gentiles, inmundos; mejor dicho, los nuevos paganos y perros se encuentran por millones, pero se llaman (nos llamamos) subdesarrollados (...) Al amparo de la ambigüedad del término se deslizan dos pseudoideas, dos supersticiones igualmente nefastas: la primera es dar por sentado que existe sólo una civilización o que las distintas civilizaciones pueden reducirse a un modelo único, la civilización occidental moderna; la otra es creer que los cambios de las sociedades y culturas son lineales, progresivos y que, en consecuencia, pueden medirse. Este segundo error es gravísimo: si efectivamente pudiésemos cuantificar y formalizar los fenómenos sociales -desde la economía hasta el arte, la religión y el erotismo-, las llamadas ciencias sociales serían ciencias como la física, la química o la biología. Todos sabemos que no es así. "

1989 Los hijos del limo, Barcelona, Seix Barral, p. 44

sábado, mayo 23, 2009

IV

Domingo en la mañana, domingo al mediodia. Clem terminaba su tarea con la responsabilidad y el buen hacer: había pegado por toda Villa de Luro el anuncio con la foto de Octavio. Octavio y Sasha lo acompañaron, a rastras, pues había más sol del que pensaron y Clem no les había llevado agua. Al final del camino se paró en una panadería y les compro un agua. Para él un gatorade. Lo esperaron amarrados afuera, mientras él veía como una niña se les acercaba para acariciarlos. Detalló los gestos de ella, veia siempre a quien viera a Octavio. Buscaba una luz de relación en sus gestos o una nota de nostalgia "oh, se parece a..." y con la pronunciación del nombre, Octavio que nunca atiende, se mostraría contento y se reencontrarían. Pero nada, la chica se asustó cuando Sasha se levantó a recibir cariño y corrió a los pantalones de la madre, metiendo su cabeza entre las dos rodillas. "No hace nada, Paula, no seas boba" le decía la mamá. Paola no era su dueña.
Salieron los tres de regreso a casa. Hoy vendría Joaquin, anda peleando con Marisela y no se la aguanta más, le dijo. Ni pensar en pasar una tarde de domingo metido en esa casa con ella.
En eso se la pasaban.

III Hojas tamaño carta pegadas en la calle


PERRO TIPO BEAGLE ENCONTRADO EN VILLA DE LURO

Encontré este perro en Villa de Luro la noche del 26 de abril. Tenía un collar azul sin identificación, pero le he puesto este mientras tanto. Si saben de alguien que esté buscando un perro con estas características o es usted el dueño, contácteme al 98989898

NOTA: deberá demostrar que es realmente el dueño.



martes, mayo 19, 2009

Perro Tipo Beagle encontrado en Villa Luro - Perros y Cachorros-2

Clem soñó que estaba en un aeropuerto, en un pequeño aeropuerto. Faltaban muchas horas para que saliera su avión - no sabría decir para donde iba, pero en el sueño, no se lo preguntaba- así que trataba de dormir en el suelo, apoyado en la maleta, estirado en las sillas. Pero la gente se acercaba, hablaba muy alto, el aire era muy frío, la posición le incomodaba y no alcanzaba el sueño.

Al ponerse de lado, sintió que se dormía, pero la cadera comenzó a dolerle. Era tan delgado, pensó, el hueso está chocando contra el suelo.
El hueso, la cadera, el suelo. El hueso de la cadera, la piel delgada, el pellejo. Su piel convertida en piel, la palabra piel, su hueso en h u e s o. Ingresó con el dolor de cadera en el mundo oscuro de las palabras, mundo cerrado que no apuntaba a nada real. Así, todo lo que antes estaba sintiendo, se convertía poco a poco en el signo linguístico que lo acompaña: el frío era la palabra frío, su oreja la palabra oreja y sus ojos se le metieron por el cuerpo, descomponiéndolo en oraciones sin verbo, como una larga lista de compras de alguien que no tiene dinero para ir al mercado.
Cabeza, ojos, nariz, hombros, sangre y bilis separándose en el espacio oscuro en el que se había adentrado. Objetos que huían, se separaban en un espacio sin aire, como el que le describían de niño cuando se disfrazaba de astronauta.
(su madre le había hecho aquel traje plateado, papel de cocina en el casco del papá).
Su lengua veía al cosmos de su ser desplegarse sin sentido por un espacio vacío y sin venas comunicantes. Nadie podía oirlo, las palabras (su cuerpo) lo abandonaban, papá se había ido.

Octavio chilló más duro en la sala.

Clem se levantó, se colocó una cholas, y salío a la sala, donde Octavio lo esperaba con la cola en movimiento. Clem le agradeció sacarlo de esa pesadilla, le agradeció que lo hubiera seguido, le agradeció estar esa noche con él. Le dió leche, y lo abrazó.

Octavio estaba vivo, había un corazón material que le enviaba sangre a todo el cuerpo y todo él, cabeza, pelos, orejas, uñas, era el perro que se había encontrado en la calle, y que no quería dormirse en la sala, extrañando quien sabe a quién, acostumbrado quizá a dormir con los dueños. Sasha entró a la cocina, abriendo sus oscuros ojos como preguntándole si a ella también le daría leche. Clem le tocó la cabeza y se contuvo las ganas de llorar. Estaba harto de llorar por nada. Recordó otro regalo que le había dado la vida. Al sacar una botella de coca-cola de una máquina dispensadora, había salido no sólo su vuelto, sino una rara moneda, inmensa, pesada, de 5 pesos dominicanos. Clem no sabía ni que existía ese país, pero alguien se la había dejado. ¿Quién le habría dejado a Octavio?

Nadie, se dijo, nadie. Alguien como el que metió sin querer aquella moneda, y no se tomó el trabajo de recogerla. Había que aprender a leer bien los signos, se dijo, y recordó la terrible sensación de las palabras que se alejaban de las cosas. Tomó agua y se sintió reconfortado de sentirla bajar por la garganta. Ahí estaba él, bombeando sangre, vivo, como Octavio.

lunes, mayo 11, 2009

Perro Tipo Beagle encontrado en Villa Luro - Perros y Cachorros

Perro Tipo Beagle encontrado en Villa Luro - Perros y Cachorros

Fuente: www.perrosycachorros.com

Encontre un perro adulto macho tipo Beagle en los alrededores de Villa Vilu la noche del 26/04/09. Tiene un collar azul sin identificación. Es muy educado y se ve que está en bien alimentado. Si saben de sus dueños, por favor me contactan a través de este medio o a mi cel 98989898.



Clem escribió esto en su página de FB, también en su msn. Pidió a todos sus contactos para que estuvieran pendientes de un dueño perdido, pues al perro él lo había encontrado. Antes de poner alguna de estas letras, le había dado en secreto un nombre a su compañero: Octavio. Era un beagle fuerte, probablemente de más de 4 años y le gustaba calificarlo como respetuoso. No respondía a ese nombre, pero en vano intentó llamar su atención con otras palabras comunes: no volteó su cara ni ante Dino, Rex o Bingo. Reconoció, eso sí, la palabra "comida" y también, la palabra "vamos". Sabia quedarse quieto cuando le ponían la cadena de Sasha, la boxer que lo acompañaba desde hacía apenas un año. Ella parecía muy contenta con el nuevo invitado de la casa.. A Clem le preocupó que pudiera montar a Sasha, pero decidió que era muy alta y que Octavio jamás alcanzaría. Había estado en celo sólo una vez y no estaba seguro de cuándo volvería a estarlo. Sabía que no era mensual como en sus compañeras humanas -compañeras que ahora eran apenas recuerdos- pero no tenía la certeza de cuando se iba a repetir el sangrado de ella.Clem revisó de nuevo su anuncio y se dio cuenta que había cometido un error. Antes de la frase “bien alimentado” sobraba la conjunción “en”.“se ve que está en bien alimentado”. Recordó su duda ante escribir “en buenas condiciones” ; pero había fallado al recomponerlo.
Decidió dejarlo como estaba cuando sintió un retorcijón en su barriga: luego de caminar hasta el pueblo para ir a la cerrajería, ser perseguido por Octavio por más de cinco cuadras y concluir que era mejor hacerlo pasar a casa que dejarlo en la calle, había olvidado comer. Se levantó de su silla y se dirigió a la cocina naranja que su madre ayudó a decorar, y nos dejó en la mesa de su cuarto, con la privacidad pertinente que produce el ruido de una licuadora para poder hablar del que tenemos casi al lado.

Me gustaría acotar algunas cosas, pues hasta ahora es apenas una suma de letras con sonido, C L E M, con un perro, con dos perros, con un anuncio y una alusión a su soltería. Alusión que por el tono podemos adivinar impuesta, no consentida. Tiene además un bigote duro, anaranjado, amarillo, que conduce a una barba poco tupida, pelirroja también. Las hebras de su cabello largo las lleva recogidas, de raya al medio y sus ojos azules detrás de unos lentes que parecen flotar.

Les regalo la primera impresión al verlo: he aquí una especie de antepasado nórdico, como un australopitecus ario, perdido en una montaña de nieve. Un gran mono albino, que vive pegado a una computadora en donde traduce textos, come a deshoras y está interesado por una infinidad de cosas que lo hacen desconocer cosa alguna en profundidad. Pero ahora ha encontrado una mascota, que sabe que no es suya pero quiere quedarse, que espera que nadie encuentre aunque busca a su dueño.

(Continuará)

domingo, abril 19, 2009

April is the cruelest month.... but in May I´ll see PJ!



Pj Harvey April Lyrics:

April, how could
I not have seen
April, you coming
April how could I've
Worn inappropriate clothing?
April, all that
careful stepping,
Rounding of my soul
And now your rain
April, I feel you leaving

I don't know what silence means
It could mean anything

April, won't you answer me?
These days just
seem to crush me
Hatching, collapsing,
tumbling down
April, what if I drown?
I drown?

April, I see you leaving
I don't know what silence means
It could mean anything

I dreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeam
I dreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeam

April, April
Did I want you?
Did I want change?

April, your rain overcomes me

jueves, abril 16, 2009

Las mujeres crecen en los árboles

algunos hombres esperan a que echen frutos para bajarlas.
otros las agarran cuando se caen.
otros las prefieren verdecitas.

y se las comen

domingo, abril 12, 2009

Sed.entaria

Mi cuerpo de raíces sedientas
se impacienta por agarrarse de algo

-construyo casa puente palabras
dejo notas, delimito mi zona, construyo un olor-

se expande en brazos de ramas abiertas
y siente, con envidia, al aire libre que lo cruza.

-voy dejando casas por el camino
cargo con las maletas de todos-

Viajo, polén de mi flor, con las nubes
sueño, en mi cama, con un largo camino.

Escucha en la noche el paso de los trenes
atraviesan mi balcón los manteros del sahara

martes, abril 07, 2009

jueves, abril 02, 2009

Poemas de Rafael Cadenas encontrado en "Una Isla"

SI EL POEMA NO NACE, pero es real tu vida,
eres su encarnación.
Habitas
en su sombra inconquistable.
Te acompaña
diamante incumplido.


...................................................
Escribiste: "Estos muros se hacen transparentes cuando te siento.
Mañana traigo los libros.
Te besa."
Mi libertad hábía nacido tras aquellas paredes. El calabozo núm. 3
se extendía como un amanecer. Su día era vasto.
El pobre carcelero se creía libre porque cerraba la reja, pero a través
de ti yo era innumerable.

sábado, marzo 28, 2009

Está lloviendo en Portadores

y se me empoza el balcón, pequeño, que da a una ventana inexistente de barro y cal. Uno que se ha sentido tan a gusto, olvidado de todo lo que deja atrás, de todo lo que no es,

porque ser algo siempre te impide ser lo otro

le bastan un par de gotas que no terminan de caer del cable donde cuelgo mi ropa, para que pensemos dónde he estado y en qué me he metido. Basta un par de fotos, unas palabras, una pregunta hecha al azar, para que todo pierda peso, huyan las frases que le dieron sentido y se conviertan todos los objetos en un signo de interrogación.
sí, encontraré las respuestas, afinaré mi arpa, tensaré una vez más la cuerda del arco que dispara las flechas de mi-lugar-en-el-mundo.
de eso se trata, ¿no?

jueves, marzo 12, 2009

ensolecida

abrí mi boca y me tragué al mundo

-llevo en mi pecho al sol-

atravesé los rios con mis vértebras izadas
Enderecé mis tendondes y te pedí

acuéstate,
extiéndete,
alfómbrate

llevo en el alma un manojo de nervios
telarañas de sangre
para soportarte
(como a la luz sostienen
aquel jardín
aquellas hierbas)

mano derecha al pulmón directo
súbe la cara
enciéndete

pues las palabras son sólo cajas para esconder otras cajas
y así poderte, pudrirte, decir
"dentro de ellas yaces tú"

que no salen sino gotas de agua los días de lluvia
y gotas de sudor los dias de calor

reza conmigo la oración del viento:
arrastra con pétalos pestañas
porque no hay otra lengua más que la del fuego
ni otra sombra que la oscuridad del esternón

(el ojo de la puerta es el ombligo)

Saca la lengua que salió el sol

El sol de oporto, el sol de oporto, el sol de oporto, meu deus!!!

No hay sol más grande, no hay sol más blanco, no hay sol más hermosamente despiadado, inmenso,incandescente, que éste que entra por la ventana de la Biblioteca. Lleva desde la mañana coqueteándome y yo que sólo le puedo decir:

quiero sacar mi lengua y lamerte como a un helado

luz luz luz
a luz
luz

( a mi que no me vengan con estupideces. la vida vale la pena, vale la noche y las tinieblas, valen los cementerios cerca de casa, las gaviotas canibales, valen los litros de agua e´ojos, vale todo, vale esta gran luz)

es que ante estos milagros del momento, uno quisiera decir "the absolut urgency of now", "eternal sunshine of the spotless mind", (pero ya lo dijeron otros) uno quisiera llenarse la boca de perlas y escupirlas como lluvia. Yo no sé, es como un estado de embriaguez espumante, un poco nocivo, enloquecido, que tiene que ver mucho con un ahora no contínuo, detenido, que se te abrocha en el pecho como una daga. luego pasa y uno relee estas cosas y casi casi que no las entiende. es un estado de posesión en el que me imagino es mejor no escribir. (pega el oido al cuero del tambor, toca con los párpados, sumergete nariz en mar, mira en la ventana a dios-al sol)

martes, febrero 17, 2009

el verdadero

-No creo que tenga que ver con las guerras la muerte de Dios. Al contrario...-le dijo ella ya desesperada, echada en la cama con la pijama del día anterior, luego de más de 24 horas sin bañarse.
-Al contrario, al menos las últimas guerras en Occidente, desde Napoleón hasta Hitler, nacen por la idea de la supremacía del hombre, del individuo que logra mover la historia bajo la fuerza de su voluntad. Mataron a Dios y alzaron el positivismo y la ciencia y, bajo esos nombres, se han hecho las mismas cruentas guerras que se hacían por las religiones.

Él siguió escribiendo en su computadora portátil, copiando las citas con que engrosaría su trabajo.Había intentado evadir la profesión de fe que vomitó ella anteriormente, ahora buscaba refugiarse de este nuevo ataque.

-¿No?-

Resignada, se levantó de la cama, continuó con su trabajo y pensó en su padre. Aún hay gente religiosa, aún hay gente que no tiene miedo de serlo y de dudar. Hay un sentimiento de fe que tenemos dentro como la sangre.
-Hay una sentimiento de fe que tenemos dentro, P., como cargamos con la sangre y las visceras, y lo ponemos donde queramos. Algunos en la marihuana, otros en Jesús y otros en la Bolsa-

P. se levantó del asiento, encendió un cigarro, siguió los arabescos del humo, abrió la puerta pues sabía cuánto le molestaba a ella que dejara en el cuarto ese olor.Aspiró un par de veces y estrelló la cabeza encendida contra un cenicero amarillo mostaza que había robado de algún local nocturno. Se colocó la chaqueta, cerró los libros, grabó el trabajo en un memory stick y se asomó por detrás de las cortinas. El día soleado le permitía prescindir de la bufanda. Salió por agua y por pasta de dientes, mientras ella masticaba una vez más la borra de un lápiz nuevo: cuando niña le daba vergüenza prestarles los lápices lamidos a sus compañeros, luego supo que no había remedio, en esa punta roja mataba la ansiedad que otros convertían en cenizas.

Cuando volvió de nuevo al cuarto, ella se levantó para besarlo, y acarició su rostro en señal de arrepentimiento por la densidad del sermón.

- ... yo creo, que el verdadero libre albedrío sería el habernos preguntado si queríamos tener libre albedrío- le dijo P. al abrir la puerta.

- ¿y qué habrías pedido?

- No tenerlo.

jueves, enero 29, 2009

la Academia


Un grupo de personas con una cinta naranja alrededor del cuello, de donde cuelgan credenciales de quién sabe qué universidad gringa, me recordaron por qué estoy aquí sufriendo por inventarle algo nuevo al tutor de mi tésis. Sí, hay detrás de un proyecto así una fantasía académica que se despierta una y otra vez, pues con el mismo entusiasmo con que abre los ojos, los vuelve a cerrar apagando el despertador al suplicarle diez, quince, veinte minutos más.


Estoy aquí estudiando dentro de universidades y no en Bolivia, aprendiendo a tejer con un grupo de mujeres tejedoras, junto a Elvira y su trenzado milenario, porque una fantasía me llamó primero; me sedujo con clases magistrales, bibliotecas enormes, horas de lectura y cuadernos rellenos. Lo había casi olvidado hasta que sentí, pensé, soñé por un segundo "y si hablo con esos para ver qué ofrecen, qué hay en esas bibliotecas, de qué se trata esta reunión de 30 universidades del mundo, qué saben esos académicos que yo no sé?".

Pero al segundo me frené y al mismo tiempo me sentí aliviada, pues me recordó por qué en vez de estar haciendo esto y lo otro, no estoy aprendiendo a coser, a tomar fotos o simplemente, trabajando en Proverb y paseando por las tardes mientras leo un libro. O, más sinceramente, por qué en vez de torturarme con cosas por hacer- cosas pendientes, pendientes, que penden, que me llevan con patines al borde de una pendiente- no estoy concentrada escribiendo por fin un tomo que pueda llamarse libro, un libro que pueda decirse completo y no anotaciones fluctuantes e inconexas.


Y he ahí la palabra que conecta todo: concentrada. Añoro la academia en momentos como el de las cintas naranja, o al graduarme de la ucv y pensar en un postgrado frío y lejano, porque me seduce el pensar que voy a lograr concentrarme. Lo que nace de la concentración, el señalar con todas las neuronas un mismo punto, decantarse, dejar de remover en el agua de las mariqueras y sentarse a hacer una sola cosa. Y a veces, esas fotos de chicos no tan guapos que parezcan modelos, no tan feos que no provoque acompañarlos en sus investigaciones, nos hacen creer que dentro de la academia encontraremos el embudo para que nuestras ideas se ordenen y con silencio y espacio, lleguen a decir algo.


Bueno, dentro de todo es bueno saberlo. Aquí estoy removiendo estas agüitas de mi blog pues no me concentro con mi tesis, pero al menos, recordé qué era lo que me atraía de las universidades y esas cosas. Ya lo terminaré y saldré de estas, completando algo. Luego vendran otras cosas, supongo. Espero no tener nuevas tentaciones academicas por un buen rato, eso sí. Y espero también, que me seduzca por completo la concentración y me haga una yogui de una sola lengua.