jueves, marzo 21, 2024

Mi tío Rodrigo falleció

 Y de repente, en medio de mi inconsciencia ante la noticia, siento como un nuevo gran vacío. Mi tío era grande, con una panza turgente, dura, diría que orgullosa, montada sobre unas bellas piernas de futbolista y unos pies enfundados en unas cholas. Con pantalones cortos color beige y guayabera, gorra naranja. La barba hace años blanca, siempre decía que se ofrecería como san nicolás (¿lo habrá hecho? ¿cuántas cosas que decía, hacía?)  y el pelo, aunque calvo, un poco largo por los lados. Guapo incluso en esas circunstancias, como se podía ver en sus fotos de joven y delgado. Bueno, empecé a sentir ese vacío, ese nuevo vacío, que de repente se me apareció como una profundidad. Una nueva profundidad, como estar agarrando espacio, volumen, en lo oculto. en lo oscuro, que hasta ahora parecía una pared negra. de repente lo vi: el hueco que siento en mi cuerpo hoy está en el otro lado, con una parte de mí. No es solo él quien se queda en mis recuerdos. Una parte de mí está allá. en el más-allá. 

No hay comentarios.: