miércoles, septiembre 19, 2012

Conversando con Kael, con Michel



¿Te acuerdas cuando me acompañabas
en aquel sitio, donde iba a esconderme?
¿Lo que hablábamos, cuánto hablábamos, lejos de todos,
cerca de la grama y las hormigas
- y en medio de la ciudad universitaria-
fuera de foco, 
justo abajo del marco de una ventana?

Te dije,
la vida, no sé, Kael,
es levantarse, hacer la comida
despertar a los niños,
ponerles la ropa
todo en tupperwares metido en bolsos
bocas abiertas, cepillos de dientes
autobús, dinero, pago
-se abrieron los potes y chorrea la comida-
buscar sitio entre la arena,
la toalla, el bronceador, las peleas
- el niño tragó agua, la nena desespera-
para luego deshacer todo lo que nunca fue hecho
y decir,
 fuimos hoy a la playa

No hay que preguntarse
¿la pasamos bien?
porque no estuvimos tanto en la playa
sino en esa serie de pasos
que la vida, 
como una oficina estatal 
nos obliga a cumplimentar

Me desanimaba la narrativa de las cosas
- pedía el instante leve, la epifanía-

Entonces lo leí en Houellebecq
- él le pone otro nombre, y de paso en francés-
"chaîne causale"
esta cadena de la que he venido hablando.

Hoy iré a verlo
-al Houellebecq- 
y como en una seguidilla
debo antes buscar mi cédula, 
-me parece que la he perdido-
comprar un paraguas
-el día está lluvioso- 
subir en metro, bajar a pie
encontrarme con el jefe, el de antes, con la otra con aquél
y pedirle al Michel un instante leve
(desencadenad-me).

Suerte que ya no pienso como entonces. 
Hace pocos años que no tengo que esconderme,
(en la otra universidad mi escondite era alto y solitario,
ya no estabas tú)
y disfruto de la crónica antojada del día a día
porque basta abrir los ojos para ver
que algo nos espera para sorprendernos

Como en el último viaje a la playa
que justo cuando te dejo de querer
vuelvo a quererte cuando
pumba
vas y te desmayas. 





1 comentario:

Ana Lucía dijo...

"La emoción suprime la cadena casual, es la única capaz de haceros percibir las cosas en sí mismas. Transmitir dicha percepción es el objetivo de la poesía."("Golpear donde más duela" de Sobrevivir, Michiel Houellebecq)