domingo, febrero 07, 2016

de la lectura de I Ching que me hizo Javi el domingo

creador
1. CH’IEN / EL CREADOR
Trigramas:
Superior: ch’ien, lo creador, el cielo
Inferior: ch’ien, lo creador, el cielo
El hexagrama se compone de seis líneas llenas. Las líneas llenas corresponden a la potencia original yang que es luminosa, fuerte, espiritual, activa. El hexagrama es uniformemente fuerte de naturaleza y corresponde a una síntesis del poder y la energía. En cuanto que ninguna debilidad está presente en él, tiene como propiedad la fuerza. Su imagen es el cielo. La fuerza está representada como desligada a las condiciones espaciales determinadas: ella es por consiguiente concebida como movimiento. Lo que se considera como fundamento de ese movimiento es el tiempo. El hexagrama incluye entonces igualmente la noción del poder del tiempo y la potencia de la perseverancia o persistencia en el tiempo: la duración. En la interpretación del hexagrama siempre hay que considerar un doble sentido: el sentido macrocósmico y el microcósmico, es decir, el sentido de la acción en el mundo de los hombres. Aplicado a los acontecimientos del universo, este signo explica la potente acción creadora de la divinidad. Y con relación a los hombres, designa la acción creadora de los santos sabios, del soberano o guía de los hombres que por su poder despierta y desarrolla su naturaleza superior. Este hexagrama corresponde al 4° mes (mayo-junio) en el curso del cual la potente luz alcanza su punto culminante antes que el solsticio marque el punto de comienzo de la decadencia del año.

EL JUICIO:
“Lo creativo, favorecido por la perseverancia, produce un éxito sublime”
Aquí están presentes los cuatro aspectos fundamentales del creador: “el éxito sublime favorecido por la perseverancia”. 1) Éxito, poder de realizar; 2) Sublimidad, excelencia. 3) Poder favorecer, aventajar y 4) perseverancia. Estos cuatro atributos del poder en su aspecto activo se presentan de dos en dos: “lo creativo que produce un éxito sublime” y la “ventaja de la perseverancia”. Para aquél que obtiene esta respuesta en el oráculo, significa que recibirá en participación un éxito proveniente de las profundidades subyacentes en los eventos del universo, y que todo depende del hecho que él busque su felicidad y la de los otros con perseverancia en el camino correcto.
Desde épocas muy ancianas, los significados específicos de los cuatro atributos se convirtieron en objetos de especulación. La palabra china que nosotros traducimos por “sublime” significa “cabeza, origen, grande”. Es por eso que Confucio dice “Verdaderamente grande es el poder original del creador; todos los seres le deben su comienzo. Y este poder penetra completamente el cielo”. Este primer atributo penetra también los otros tres.
El comienzo de todas las cosas se encuentra todavía, por decirlo de alguna manera, en el “más allá” bajo la forma de ideas que deben de alguna manera pasar al estado de realidades. Pero en el creador se encuentra también el poder de darle forma a esos arquetipos de ideas. Esta noción se expresa en el modo “éxito” (*). Este proceso está representado por una imagen de la naturaleza: “Las nubes pasan y la lluvia actúa, todos los seres individuales toman forma”. (**)
Estos conceptos aplicados en el dominio humano muestran al “hombre noble” el camino del “éxito sublime”: “Porque él ve con una gran claridad las causas primeras y sus efectos, él realiza en tiempo oportuno los seis grados y se eleva sobre ellos hacia el cielo en tiempo oportuno, como sobre seis dragones”. Los seis grados son las seis posiciones diferentes en el interior del hexagrama, que están representadas más lejos como la imagen de dragones. Lo que está designado aquí como el camino del éxito es el conocimiento y la realización del “camino” (Tao) del universo que, en tanto que ley que se recorre desde el principio hasta el fin, produciendo los fenómenos condicionados por el tiempo. De manera tal que cada grado alcanzado es al mismo tiempo la preparación del grado siguiente, y el tiempo no es más un obstáculo; sino el medio que permite la realización de lo posible.
El acto de la creación encuentra expresión en los términos “sublime” y “éxito”. La obra de conservación es mostrada como una actualización y una diferenciación continuas de la forma. Ella se traduce con los dos términos: “favorecer” que debe interpretarse como “creando lo que corresponde a la naturaleza” y “perseverancia” que debe interpretarse como “lo justo y lo firme”. “La marcha del creador modifica los seres y les da forma, hasta que cada uno haya alcanzado su justa naturaleza, la que le está destinada; el “creador” entonces las conserva en conformidad con la gran armonía. El se revela así como “favorecido por la perseverancia”.
En el dominio humano, se ve así como el “gran hombre” confiere al mundo la paz y la seguridad con su acción ordenadora; “Mientras que él se eleva, observando con la cabeza alta sobre la muchedumbre, todas las regiones se reúnen en paz”.
Otra especulación lleva todavía más lejos la distinción entre los términos “sublime, éxito, favorecido y perseverando” metiéndolos en paralelo con las cuatro virtudes cardinales. A la “sublimidad” que, en tanto principio fundamental incluye todos los otros atributos, se la hace corresponder con el “amor”. Al atributo del “éxito” se le atribuyen los ritos que regulan y ordenan las expresiones del amor y en consecuencia aseguran su “éxito”. Al término “favoreciendo” se le hace corresponder la “justicia” que crea situaciones en las cuales cada uno recibe de la naturaleza lo que le corresponde, lo que le es debido y lo que lo hace feliz. Al atributo de la “perseverancia” se le hace corresponder el de la sabiduría que reconoce las leyes fijas de todos los eventos y puede por consecuencia crear situaciones durables.
Estas especulaciones, que aparecen ya en uno de los comentarios formando la segunda parte del I Ching, le Wen Yen, han constituido el punto que a permitido realizar la unión de la filosofía de los cinco grados de transformación (elementos), sólidamente establecida en el Libro de los anales, con la del I Ching que, fundada solamente sobre la dualidad polar de los principios positivo y negativo, a abierto la puerta a un simbolismo de números que se ha desarrollado en el curso del tiempo (***).

(*) Hemos elegido la palabra éxito en el sentido de realizarse. En inglés “success”, alemán “Erfolg”, er-folgen = tener lugar, realizar. “Folg” = suivre. “Exit” en inglés “salida” . Nota de MB 
(**)Cf. La Bibia, Génesis, 2. 
(***) El creador causa el origen y la generación de todos los seres. Se puede en consecuencia llamarlo “el cielo”, poder luminoso, “padre”, “señor”, etc. La cuestión es de saber si el creador, tal como es concebido por los chinos, es el mismo que los griegos concibieron bajo la forma personal de Zeus, concepto del cual nosotros heredamos el término “Dios”.

LA IMAGEN:
“El movimiento del cielo es poderoso. Así el hombre noble se transforme en fuerte e incansable”.
Puesto que hay solamente un cielo, la repetición del signo Ch’ien que tiene el cielo como imagen significa el movimiento del cielo. Un día es un giro completo del cielo. La repetición del trigrama significa que un día es seguido por otro, y que ello engendra la idea de tiempo. Además, ello representa la fuerza inagotable con la que el cielo se mueve y de ello se desprende todavía otra idea: la de una duración potente en el tiempo y por encima de él, es decir de algo perdurable que está más allá y por encima del tiempo que es su manifestación. Este movimiento que no cesa ni retarda jamás, que se manifiesta con la regularidad incansable con la que un día sigue al otro, es una representación de la eternidad. Esta duración en el tiempo es la manifestación de la fuerza todopoderosa que es una propiedad esencial del creador. El sabio toma de esta representación el modelo de la manera de como él deberá comportarse con el fin de ejercer una acción de efecto durable. Debe transformarse en alguien integralmente fuerte descartando conscientemente todos los elementos vulgares o degradantes. Así llegará a ser infatigable, que es una cualidad que se adquiere regulando el conjunto de sus acciones (actividades).

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