domingo, enero 27, 2008

Enero



Enero ha estado lleno de trabajos por entregar en la universidad, poco tiempo y muchas nuevas lecturas. No he podido entrar aquí mucho y he dejado de traducir. Pensé subir unos poemas de Herberto Helder, uno en específico, que habla del amor, pero lo dejaré para Febrero. Espero hacer un especial en Febrero, por el mes de los enamorados y todo eso.

Por ahora unas fotos lindísimas del evento del Apéndice en el Buscón, reventando todas las peritonitis de la literatura y el poema que leí, a ver si nos ponemos de acuerdo de quién es el verbo, quien es el Pedro, qué hace el Pedro, y quién manda a quién.



BOLIGRAFO BLUE

Escribir con boligrafo sobre el papel
-hay tanto placer en este resbalarse-
Intentar que las letras queden alineadas
ordenadas, claras, redondas,
apolíneas
y luego decir con ellas
todo lo que no ha sido

Empujar con la presencia del verbo
las pesadas cortinas de la inexistencia.

Expandir el universo
como la estrella que se dirige a la nada
que con su llegada deja de serlo
pues ya habrá entonces estrella
impulso luz e intención.

Catapultar la existencia
invadir todos los rincones del sinsentido
escupirle flores naranja
y negarnos a callar
-porque callar es darle espacio a la muerte-

Es desdoblar la sábana negra
que escondemos en las costillas
y que nos empuja a poner la vista
en las pocas cosas creadas para destruirlas
de apatía y desengaño

Escribir,
deslizar el boligrafo azul
ahora con más rapidez
para decirlo todo:

Decir no sólo cómo cayó del árbol
la manzana de Newton
sino cómo cayeron de los cielos
las ranas silvestres sobre las ciudades del futuro

Describir los amores enfermos
que nuestros nietos tendrán entre sí
y crear de la nada,
o más bien
de la tinta azul del boligrafo
una nueva criatura que lo lame todo,
que se comunica sólo de lengua
y que tiene forma de papila gustativa.

Llenar de poros la hoja de papel
sacar de ella los hilos que la conectan
con el árbol que fue, pero también
con el árbol de neón
que si le decimos que sea,
Será

Darle de nuevo carne al verbo
a nuestro verbo
para verlo deslizarse en cholas
por caminos empantanados de baba
que dejó aquella papila gustativa andante
a la que bautizamos como Pedro
y le sirve de mascota al Verbo
y en las tardes de calor
la usa de esponja para remojar
el sudor dulce y no salado
de sus escamas.

El Verbo poliforme y su mascota Pedro
rellenan con su Estela un agujero negro
de quien los sabe ver

El Verbo que sabe moverse
por el viento de la metafísica
y Pedro que convierte sus especulaciones
en algodones de azúcar
para así saber qué le quiso decir.

De puro deseo de madre
convocan a su Estela
pues siempre que decimos Verbo
que decimos existencia
luz o intención
queremos que tenga abrigo
y que aprenda a enamorarse.

(Pedro que le lame los pechos
y el verbo que le pide que cante.)

Van ahora los tres llenos y llenando
con todos los sentimientos
ese otro universo

Contando sus aventuras pasadas
que aun no han sido
y sus recuerdos del futuro
nublados de olvido
-Buenos días
les escribo por las noches
-Buenas tardes
anoto a la primera hora del día
con mi boligrafo azul
sobre aparentes hojas mudas
hojas en verdad infinitas
que multiplican sus posibilidades
como espejos frente espejos
y que esperan que escribamos
con los hilos de las palabras
los bordes que diferencian la baba de la chola
el viento de las flores
para delimitar
y darle todas las formas
a la condensada espesura
al alma de Dios

2 comentarios:

Carlos Eduardo Fuenmayor dijo...

LASTIMA NO PUDE IR
UN FUERTE ABRAZO

Unknown dijo...

Hermosísimo poema, Ana Lucía. Cuando lo leíste en El Buscón esa noche me conmovió, y ahora acá lo leo con calma. Gracias! no conocía tu blog, entraré con frecuencia para visitarte. :)