domingo, septiembre 26, 2010

Nella notte, mentre tutti dormono, solo un uomo cammina per le strade

En la noche,cuando todos duermen,sólo un hombre camina por la calle.

Entra el aire en los pulmones - inspiro- y se tarda dentro del cuerpo, dando forma. Como la calma de ese hombre a quien nadie espera, tomamos plastilina, aplastamos, y recordamos a la niña en el concierto de anoche. Pensamos en esa imagen del hombre, en la noche, la calle vacía, y agradecemos su belleza. La belleza de un mundo dormido, ausente, y de un hombre solo como testigo.

Anoche no todos dormían y la calle no servía para caminar. Había un concierto y entre los ingenieros de sonido, una nena. La madre parecía muy joven, quiza no llegaba a los veinte y estaba totalmente harta. No sé si tenía una rabia previa que pagaba con su hija, o una rabia contra ella por convertirla en su guardiana. La niña no podía dar dos pasos más allá de donde su madre le marcaba. Pero ella rompía los límites cada vez que podía. Balanceando su cuerpo a un lado y al otro, alzaba las manitos para aplaudir. No se cansó hasta el final, ni por todos los jalonazos que su madre le dio una y otra vez por moverse, por saltar, por cambiar de sitio. La alzó un poco para dormirla, y bruscamente le aguantó la cabeza. La niña lloró una de esas veces, tapando sus dos ojitos, pero la música la hizo perdonar y olvidar pronto. Volvía a estar contenta, volvía a traspasar los límites, volvía a quitarse el sueter rosado que parecía una bata de baño y se alegraba una vez más cuando su madre se lo ponía. Tenía nubes bordadas, que re-creaba delineándolas con su dedo.


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