domingo, mayo 31, 2009

La falsa humildad de M.

Recuerdo una vez que iba en el metro de Caracas en hora pico.
En el metro de Caracas cualquier hora podría parecerle a un despistado
hora pico.
Pero si realmente debe subirse a las 5, como cuando me subí, entenderá
las expresiones: "como sardinas en lata", o
"estamos tan apretados que si me pica una bola se la rasco al de al lado".

En eso, un señor que estaba muy cerca de mí, porque como dije no hay
otra manera de viajar en el metro, comienza a vociferar

"Hitler tenía razón!"

"Negros de mierda!!!"

"TODOS DEBERÍAN MORIR!!"

Y la gente alrededor fue variando su posición, curiosos y
probablemente molestos ante los improperios del desconocido.
Al repararse de quién estaba gritando, el vagón completo estalló en
carcajadas. Uno más atrevido, le dijo "Y usted qué es lo que tiene
blanco? será la pepa del culo"
Porque sí, el señor que nos acusaba a todos de merecer la muerte por
el color de piel, era tan negro como su odio por los de esa raza.
Alarmado, pero consciente, el desconocido se detuvo unos segundos a
reflexionar. Volteó para contemplar su reflejo y luego afirmar:

"Yo también soy un negro de mierda"

Pausa. Sonrisas y compasión.

"y por eso debería morir".

Fin

Moraleja: quien no te conozca que te compre.

1 comentario:

cameovan dijo...

jajajaja, qué locura, está muy buena la anécdota...(no está bien lo que hizo Hitler!)